Manuel, "En el techo de mi casa"




Desde siempre pensativo, este niño decidió un día subir al techo de su casa escalando sobre unas cajas de maderas y una pequeña escalera plegable colocada a la orilla de la pared, realmente peligroso ante los ojos de cualquier adulto, pero Manuel necesitaba ver a que altura iba su madrina que estaba camino al cielo.

Estando en el techo, caminó hacia la parte de la entrada donde podía ver la calle, con instinto de explorador y lleno de valentía, echó un vistazo hacia las piedras que simulaban el camino del paso y escucha una conversación debajo de donde el estaba, sentadose con los pies colgados a la orilla del techo se dispone a escuchar la conversación.

-Este teléfono es muy complicado - dice una voz chillona.
-Pero es el mas costoso y llorabas para obtenerlo - responde una voz gruesa, explicando.
-Eso ya lo se papá, pero hay cosas que no puedo usarlas - dice el hijo indignado.
-Esta bien vamos a la tienda a devolverlo.

Manuel, habiendo escuchado todo esto se levantó de un salto y calló encima de unos bloque viejos y alzando la mirada al cielo intenta encajar esta situación en alguna experiencia de su vida, y se da cuenta que tiene muchos dones y una infinidad de frutos que Dios le ha regalado y que en casi todas las situaciones de nuestra vida no sabemos usar o simplemente no sabemos que gozamos de ese regalo tan grande, y no los hacemos prácticos en nuestros días. También sucede que los tenemos pero los usamos en otras miles de cosas que no tienen sentidos sin saber que gano mucho usándolos a plenitud para el bien de los demás.


Pensando en que no podía perder mas tiempo para poner en practica sus dones bajó a toda velocidad del techo sin percatarse del peligro que resultaban las cajas de madera fragilmente colocada al pie de la pared y corrió a la cocina a preguntarle a su madre, que dones le había dado Dios.




.

No hay comentarios: